Corazonada

Corazón aún estas mordiente

como dúctil óleo sobre un lienzo,

blando de emoción y de lágrimas

en un muy blanco lienzo enjugadas.

Untuoso lates en viva carne

húmedo y para amar idóneo

a pesar de las luengas cuentas,

en tus versos trasuntas sangre.

En perlas rojas ruedas en sístole,

-como un ansia roja tu hambre-

tictaquéa tu péndulo en la diástole.

Lanza otra vez tu osambre

por ventura predispuesta al vórtice,

a pesar de las resistencias del hueso

ignora peligros, desoye riesgos,

sin temor a caer en incisivas fauces.

Los anhelos guarda en pecho altivo

lejos de los monstruosos prejuicios,

esquiva sus palabras falaces

untadas en las babas de la envidia,

más mortales que el ácido corrosivo

eficaz para fundir totalmente los sueños.

Proteged los de todo mal, al abrigo

siempre habrá lugar para los sueños

tras un corazón ardiente; mi amigo,

tengo la corazonada de algo bueno.

 

 

 

©Marvilla 

Terrassa, 14 de diciembre 2019 

 

Latidos

Esta inercia irrefutable, esta pendiente vislumbrada

hacia la muerte

me acerca más fiero, más voraz a la savia de la vida,

como una suerte,

del pensamiento más intransigente me distancia y

en vez me revierte

a una postura alerta ante la predecible banalidad.

Asaz me convierte

en el más celoso guardián de mi espacio personal,

mi punto fuerte

para poner distancia, para crear una capilla ritual

el mejor ingrediente,

creador de la flecha certera al centro del momento

de paz envolvente

que colma el beso con velo de anhelado ensueño.

Hoy soy intransigente

con la perdida de mi energía ante la gente cretina

y logro abstraerme

fácilmente con buenos filmes y libros de la rutina;

puedes creerte

que encuentro entre amigos mi risa mas pujante

y conmoverme

por tenerte a mi lado, por la suerte pudiendo abrazarte,

ese guarecerme

en un sitio donde la muerte en besos se me olvida;

un sueño retenerte

en esta pompa irreal hasta que deje de latir la vida.

 

 

©Marvilla 

Terrassa, 8 de diciembre 2019